BUFANDA INFINITA DE GANCHILLO: HAZ TUS REGALOS

Los regalos hechos a mano por uno mismo son la forma más bonita que tenemos de decirles a los demás lo que los queremos, por eso hoy os traemos una idea sencilla para crear una bonita, elegante y abrigosa bufanda infinita que puede ser el mejor regalo de Reyes para vuestr@s amig@s, parejas, mamis y papis.... Porque dependiendo de la lana que elijáis la bufanda será para chicas, para chicos o unisex. 

Así que ala, lo primero iros pa' la calle a buscar vuestras madejas de lana gordita y suavecita, gaspeada o lisa según el gusto de cada cual. Dependiendo de lo gorda que sea la lana necesitareis 4 ó 5 ovillos.

También necesitaréis una aguja de ganchillo de 10.mm o 12.0 mm. Yo he usado la de 12.0 mm

Pues manos a la obra.  Para hacer esta bufanda de ganchillo no hay que tener grandes conocimientos de tejer ni tener una manos especialmente habilidosas, sólo se necesita un poquito de interés y ganas de "ganchillear". Y advierto, engancha

Empezaremos haciendo una cadeneta de 100 puntos si la bufanda es para chica y la lana gruesa o 120 puntos si la bufanda es para chico grande y la lana super gruesa. En cualquier caso, podéis echar 95 puntos y probarla en vuestro cuello.  Las dos puntas os debe llegar por el ombligo, más o menos.

Una vez hecha la cadeneta, uniremos los dos extremos con un punto deslizado o enano. Antes de unirlos hay que asegurarse de que la cadeneta esté bien lisa y no haya quedado retorcida.

Y haremos tres cadenetas más.  Ahora es cuando de verdad empieza la diversión... en la siguiente cadeneta haremos un punto alto e iremos haciendo un punto alto en cada cadeneta. Al llegar al principio uniremos con otro punto deslizado y volveremos a empezar, es decir, tres cadenetas y un punto alto en cada  punto alto anterior....

Así iremos trabajando y nuestra labor irá creciendo poco a poco.

Dependiendo de vuestro gusto (o del gusto de quien va a  recibir la bufanda) y del grosor de la lana, bastará con 8 vueltas o tendréis que hacer más... (o menos, como en el caso de la de mi chico que la quería muy larga pero estrechita)

Para terminar uniremos con un punto deslizado o enano y dejaremos un buen cabo de lana que esconderemos entre los puntos.

Y por fin, ya está lista nuestra bufanda. Como habéis podido comprobar, se trata de puntos de ganchillo muy básicos al alcance de cualquiera, así que no hay excusa para no coger el ganchillo.

El resultado nos gustó tanto, que hicimos unas cuantas para regalar, a estas les pusimos etiquetas de Fanticgirl, para que quede claro que las bufandas son "hechas a mano"...

Aquí están las bufandas terminadas, que a estas horas ya andarán viendo mundo en el cuello de alguna...

AVISO IMPORTANTE: tejer a ganchillo es altamente adictivo. Tened cuidado porque, una vez que empiezas a ganchillear, es muy difícil parar. Y como prueba aquí está otra bufanda, esta tipo tubo que he tejido con unas lanas huérfanas que estaban en casa de mi madre.

Quedáis avisadas...

EL FANTICALENDARIO: EL TIEMPO SEGÚN FANTICGIRL

Parece mentira, pero la Navidad ya ha llegado, por eso Fanticgirl os ha preparado un regalo. 

¿Qué tal un bonito calendario con las mejores fotos del blog?

Para conseguirlo sólo tienes que pinchar sobre cualquiera de las imágenes anteriores o pulsar AQUÍ. 

Espero que os guste y le deis un buen uso.

¡¡Feliz Navidad!!

LAS BOLAS DE NAVIDAD DE FACTORÍA DIY

Aunque este taller lo realizaron las chicas de Factoría DIY a finales de noviembre, yo os lo traigo hoy con la intención de recordaros los estupendos kits DIY que venden y que os podrían servir de regalo original estas Navidades.  

Y como se suele decir, para muestra este post ¿o era un botón?

Como siempre, al llegar la mesa está lista, invitándonos a empezar a trabajar.

Cada una sentada delante de su kit, está lista para comenzar a cortar, doblar y pinchar. El kit está compuesto de un retal de tela, aproximadamente 75 alfileres, un dedal y,como no, una bola de poliespan.

Para conseguir cubrir nuestra bola que mide más o menos 7 cm de diámetro necesitaremos recortar 65 cuadrados de tela de 5 x 5 cm, así que manos a la obra.

Comenzaremos tomando uno de los cuadrados sin doblar y sujetándolo extendido en la bola con cuatro alfileres.

Después tomaremos otro de los cuadrados de tela y lo doblaremos por la mitad y de nuevo por la mitad para formar otro cuadrado que tomaremos con la parte de los dobleces hacia arriba.

Sujetando el cuadrado de tela con un alfiler en el lado izquierdo, iremos colocando uno a uno todos los cuadrados montando la esquina de un cuadrado con la esquina del siguiente.

De esta manera completaremos la primera vuelta y atacaremos la segunda, colocando el primer cuadrado de tela de la segunda vuelta de forma que su piquito tape el alfiler de la fila superior y asome ligeramente por entre los cuadrados de la fila superior, más o menos así:

Poco a poco iremos completando filas al rededor de la bola hasta llegar casi a la base.

Aquí ya no queda más remedio que que se vean los alfileres que sujetan la tela, iremos colocando los cuadrados de forma ordenada y bonita y que, además, vayan tapando el poliespan.

Ea, pues ya tenemos nuestra bola de Navidad para decorar el árbol, para un centro de mesa, para una corona, en fin, para todo lo que se os ocurra.

Recordad que en la tienda online de Factoría DIY tienen un montón de kits estupendos para regalar o para autoregalarse (¿por qué no?) así que no dejéis de pasar por su página y encargar alguna cosilla.

Foto por cortesía de Factoría DIY

Ahhh, por mi parte he experimentado en casa y he hecho otra bola pero reciclando periódicos y revistas viejas. ¿Qué tal el resultado?

HOY COMEMOS EN... MARENGO

Paseando una mañana de octubre por Francisco Vitoria, nos encontramos con este local y decidimos entrar a tomar un café, a ver qué tal.  El café era bastante bueno y la decoración, sobria, elegante y moderna, nos gustó.  

Las sugerencias de la pizarra nos intrigaron por lo que hicimos firme propósito de volver un día, pronto, a probar su comida y disfrutar de su agradable comedor.

Dado que la carta consiste más bien en tapas y raciones

y que el menú degustación de este mes estaba dedicado a las setas y que  a mí me chiflan las setas, decidimos, sin pensarlo mucho, decantarnos por el menú degustación. Tal vez deberíamos haberlo pensado dos veces porque como veréis pese a todo las setas no son protagonistas de los platos sino discretas acompañantes, a veces, incluso difícilmente identificables en el conjunto del plato.

Comenzamos con el Ajoblanco.

 Tras el aperitivo llegaron los primeros para compartir: Ensalada de escalibada, rebollones escabechados y vinagreta de jamón de Teruel

y Arroz meloso de trufa, rebozuelo y parmesano.

No os miento si reconozco que acabo de descubrir que la vinagreta era de jamón de Teruel, la escalibada era más bien escasa y los rebollones, bueno alguno había, pero opino que siendo plena temporada de setas y, como no, de rebollones no está justificado meter en la ensalada unos rebollones en escabeche. Por lo demás, la ensalada era bastante insípida.

Menos mal que el arroz era francamente delicioso, suave y en su punto. Una pena que la ración para compartir fuera tan pequeña pero al menos nos dejó buen sabor de boca, porque el comienzo no pudo haber sido menos prometedor.

Ah, por cierto, a mitad de los primeros platos tuvimos que pedir el pan que no nos habían puesto en la mesa cuando nos trajeron el vino y el agua. No sé vosotros pero yo sin pan, no sé comer.

Entretanto, llegaron los segundos, estos no eran para compartir y menos mal. Primero llegó el bacalao (la merluza se había agotado la noche anterior) relleno de langostinos al limón, con salsa de trompetas negras.

No quiero ser excesivamente crítica, pero he comido bacalao mucho mejor preparado.  Para mi gusto, se habían pasado un poco en la elaboración y el bacalao resultaba jasco.

Y después, el taco de cordero y wok de setas orientales.

El cordero tampoco era todo lo delicado y suave que podría esperarse aunque comparado con el bacalao, resultó música para el paladar.

Y por fin el postre, Brownie con helado.

Lo más destacable el helado de mango, del brownie prefiero no hablar. Yo soy golosa y no me lo comí.

Llegados a este punto, ya estábamos deseando marcharnos. El comedor comenzaba a llenarse y el bullicio aumentaba, así que pedimos la cuenta.

Como habéis podido comprobar las raciones son pequeñas, en la presentación no se esmeran mucho, los platos no son especialmente sabrosos ni destacatables y el servicio esta muy lejos de lo que se podría esperar. Y como muestra, en el menú indican que el vino que acompaña los platos será un denominación de origen del Somontano, Rioja o Rueda, pues bien a nosotros no sólo no nos preguntaron que denominación preferíamos sino que directamente nos sirvieron un Cariñena, sin comentarios.

Siempre he creído que  un menú degustación ha de reunir lo mejor que un restarurante puede ofrecer, ha de ser su, digamos, escaparate.  En el caso del Marengo, según mi modesta opinión, el precio del menú degustación no está justificado ni por calidad ni por servicio. Espero que no sea esto lo mejor que saben hacer porque entonces necesitarán un buen escaparatista.

El menú desgustación, que es un menú cerrado, tiene un precio de 19,95 € IVA incluido. Además, sirven un menú diario a 12,95, todo esto lo podéis revisar en su página de facebook.

En conclusión, un sitio agradable para tomar un café, una caña y una tapa, pero nada recomendable para comer.

Si a pesar de todo queréis probarlo, podéis reservar aquí: