Hace tiempo que teníamos ganas de probar este clásico vegetariano que tan conocido es ya, aunque la verdad su fama de restaurante bastante caro nos daba bastante respeto.
Lo primero que he de decir es que el Baobab en C/ Arzobispo Apaolaza 10, tiene una decoración bastante sosa, poco original y llamativa. No me diréis que viendo esta fachada te dan ganas de entrar. Mal empezamos pensé yo, si de primeras no me entra por el ojo...
Lo que sí me gustó es que en el Baobab han pensado y mucho en los niños y en las madres con bebés y por ello han habilitado una zona en el baño de señoras con un estupendo cambiador y además, han colocado una pequeña escalerilla bajo el lavabo para que los niños pequeños puedan lavarse las manos ellos solitos. Por si esto fuera poco, el interior de las puertas de la zona de los inodoros está pintado con pintura de pizarras y hay un montón de tizas de colores para que los niños den rienda a su creatividad mientras sus mamás están ocupadas (las que tengan hijos pequeños ya sabrán cuanto se agradece esto...)
También han colocado una pequeña estantería con cuentos, juguetes y algún muñeco con los que los niños se pueden entretener mientras los padres acaban de comer o están con la sobremesa.
Dicho todo esto, vamos a la comida que es lo que nos interesa. No voy a juzgar el servicio del restaurante por la sencilla razón de que eramos un grupo bastante grande (17 personas entre niños y adultos) y es muy difícil atender bien a un grupo tan grande y más teniendo el restaurante completamente lleno. Hubo confusiones en los pedidos, algo de lentitud en traer las comandas, o el pan, pocas sonrisas en los camareros pero bueno como digo, eramos muchos y el restaurante estaba lleno, por ello, lo disculpo.
Lo primero que nos llegó casi a la vez que la carta fue el pan, un pan integral con frutos secos que estaba delicioso, o a lo mejor es que teníamos mucha hambre, pero todos coincidimos en alabar el buen sabor del pan.
Ampliar la foto y echarle un buen vistazo, yo no sabía que pedir, porque con todo se me hacía la boca agua...
Os presento el Surtido de Croquetas (1 croqueta de setas, 1 de alcachofas, 1 de quesos, 1 de calabaza y 1 de espinacas), todas ellas riquísimas.
Estos son los Champiñones al Queso, no están mal.
Alcachofas rellenas, para mi gusto, lo peor de todo lo que probamos. No es que fueran malas pero comparadas con lo demás...
Ensalada de cabra, esta es en versión compartir, por eso el tamaño es tan grande.
Calçots rebozados con salsa de romescu y ali-oli de soja. Como veis los calçots viene en tempura y la verdad, aunque el tempura era crujiente, me resulto ligeramente aceitoso, quizás hubieran estado mejor las cebollitas solas. El ali-oli de soja, no sabe a ali-oli, es es un hecho.
Surtido de mini hamburguesas de seitán, de soja y de remolacha con cebolla caramelizada, patatas fritas caseras y ketchup ecológico. Sabrosísimas....
Cuores con peras y gorgonzola, increíblemente buenos.
Canelón XXL, rellenos de setas. Bastante sabroso.
Risotto, de boletus con espinacas a la crema y parmesano.
Tagliatelle al pesto rojo.
Fideuá a la marinera.
Milhojas de Berenjenas.
Pizza crujiente, este plato tampoco me gusto, quizás porque no se parecía en nada a una pizza ni siquiera en la forma.
Crep crujiente de alcachofas.
Spaghettini carbonara con tartufo negro (y parmesano, muuuuucho parmesano). Para mi gusto, suave y delicioso a pesar de ser una carbonara de nata y no de huevo.
Lasagna Vegana.
Montadito de patatas, este también lo probé. No fue de mis preferidos, la verdad.
Lo bueno de ir muchos a comer es que os puedo poner fotos de muchos platos distintos, porque casi, casi hemos visto toda la carta de salados.
Pero no os podéis perder lo que viene ahora, ya que si los primeros platos fueron, en general, sorprendentes, sabrosos y bien presentados, los postres fueron una autentica delicia y casi diría que yo me apuntaba a comer sólo postres en el Baobab cualquier día...
Haya vamos...
Comenzamos con un clásico Coulant de chocolate con helado de vainilla.
Otro clásico: Surtido de helados, en este caso, nada innovador, fresa y chocolate.
Comienzan las delicias: un maravilloso zumo natural de fresa, kiwi, naranja y limón llamado Antiox. ¡Qué cosa más rica! ¡Y que pronto se acaba!
Pasta Wontoon, tras este nombre tan poco esperanzador, se esconde uno de los postres más exquisitos que he probado. Se trata de una pasta crujiente entre la que se ha colocado una crema de queso mascarpone al limón y trocitos de marengo caramelizado. La presentación es espectacular y el sabor sublime. ¿Será posible vivir sólo de wontoon de este?
Milhojas de coco, crujientes galletas de coco con mousse de chocolate. Este no lo llegue a probar pero con que estuviese la mitad de bueno que el wontoon...
Bizcocho de nueces con mousse helado de higos y chocolate caliente. El helado de higos es alucinate...
Y con semejante final de comida no nos podía faltar un buen café y he de decir que estaba bastante bueno y es de agradecer ya que en muchos restaurantes te estropean una buena comida con una lavativa a la que llaman café. No es el caso del Baobab.
Y como colofón, un chupito cortesía de la casa.
Y claro, al final siempre llega el momento más temido por todos: la cuenta. Y no os asustéis, pensad que eramos 17.
En conclusión, me ha parecido un restaurante muy recomendable. Como habéis podido ver hay platos con un tamaño más bien de picoteo y otros más contundentes. En general, todo estaba delicioso, sorprendente y muy bien presentado. Como ya he dicho, los postres merecen una mención especial y no podéis dejar de probarlos porque os perderíais lo mejor de la carta.
Eso sí, el precio, como habéis podido comprobar por la cuenta y la carta que os hemos mostrado no es nada asequible. A la carta contad con un mínimo de 25 € por cabeza.
Eso sí he visto que entre semana, hay menú del día completo a 12,50 o menú de plato principal más bebida a 9 €, aunque me pregunto si en estos precios estará incluido el IVA. La verdad, me encantaría probar uno de esos menús...
En fin, como siempre os recomiendo reservar previamente ya que, a pesar de ser un domingo a mediodía, el restaurante estaba lleno, lleno.
