PERSONALIZA TU ESTOR

Como ya sabéis durante este verano hemos renovado la habitación de mi hija mayor, si no os acordáis pasad por este post y por este otro, pero nos quedó pendiente un pequeño pero importante detalle: poner una cortina, un estor o algo que decorará la ventana.

El problema es que después de la renovación, llegó el mes de Septiembre con los uniformes y los libros y claro el patio no estaba para gastos adicionales y así fueron pasando los días, sin cortina y sin efectivo para poner algo majo.  Por otro lado, buscaba y buscaba una tela de búhos para ligar la cortina con la pared de los stickers y tampoco encontraba nada..

Pero un día por casualidad me tope con la web de la empresa Tramas y allí encontré una cortina a muy buen de precio que encima tenía unas florecillas muy similares a las que acompañaban los búhos.

El único problema es que, como parte de la mesa tapa la ventana, en realidad, necesitábamos un estor y no una cortina... 

Bueno, pues había que liarse la cortina a la cabeza y crear nuestro propio estor, pero en versión "estamos en crisis", osea, baratito, baratito pero mono y apañado.

Afortunadamente, conseguí un estor de 1 x 1,80 en una tienda multiprecio que estaba cerrando, así que ya tenía todo lo que necesitaba: tela y estor. 

Pues vamos a ello, materiales:

• Un estor barato, de cualquier color o material, pero con las dimensiones que necesitemos para adaptarse a nuestra ventana.
• Un retal de la tela elegida para convertirse en nuestro estor o, en mi caso, una cortina que se metamorfoseará en estor.
• Una máquina de coser o, en su defecto, alguien que sepa coser a mano o máquina, en mi caso, mi madre... jejeje

Lo primero de todo, habremos de medir nuestra tela para cortarla adaptándola a nuestras medidas.

Después, marcaremos el dobladillo, 

y coseremos.

Una vez hecho esto, casi tenemos ya lo más difícil. 

Ahora, vamos a por el estor, lo desmontamos por completo.

Nos fijamos bien en como está ensamblada cada pieza, como va sujeta la tela y como va introducida la tela en los diferentes elementos del estor.

Simplemente, colocaremos nuestra tela en el mismo lugar que antes ocupaba la tela original. Aunque en nuestro caso, en lugar de grapar la tela a la tira de plástico, la hemos cosido a máquina. Y volveremos a colocarla dónde estaba...

Colocaremos los dos tapones en el rulo superior y comenzaremos a enrollar manualmente el estore.

 Dejándolo preparado para instalarlo en la pared.

Y aquí está el resultado final...

Y con esto y un par de cuadros, ahora sí que está acabada la "obra".

HOY COMEMOS EN... LA BOCCA

Este nuevo restaurante italiano que abrió sus puertas en los albores del verano pasado nos entró en un primer momento por el excelente café que sirven en su zona de barra.

Esta primera zona de barra, es acogedora y, desde luego, bien surtida. Si estáis a dieta no se os ocurra acercaros por La Bocca a la hora del aperitivo...  (y no dejéis de visitar su facebook, que actualizan constantemente poniéndonos los dientes largos con imágenes más que sugerentes).

Una vez preparado el estómago con la visual de la barra que ya hemos tenido pasamos al comedor. Es un comedor con ambiente Mediterráneo, decoración acogedora pero un poco monocrómica y falta de luz. Casi lo describiría como atonal y aburrido y más después de pasar por la zona de cafetería mucho más llamativa, alegre, invitadora.

Nosotros visitamos el restaurante un día entre semana y nos decidimos por el menú del día, porque el precio nos pareció aceptable (12,95 € IVA incluido) y los platos propuestos nos apetecían.

Al sentarnos a la mesa, nos recibieron con un aperitivo de aceitunas, mientras nos ofrecían el menú y nos advertían sobre el tamaño de las raciones de la carta que parece ser que son más bien pequeñas. También llegó el pan.

Lo primero que he de decir es que el servicio que en la zona de cafetería me había agradado, me resultó lento y muy poco informado sobre los platos ofertados en el menú, ya que nuestras preguntas eran contestadas con viajes a la cocina para informarse... Además, tardaron tanto entre plato y plato, que la comida nos llegó templada más bien fría. Una lástima.

Bien pues ya decididos, empezamos la comida con un pequeño aperitivo, un vasito gazpacho para ir abriendo boca, mientras esperábamos los platos principales.

Poco a poco, pero muy poco a poco, fueron llegando nuestros primeros platos, como ya he dicho en el restaurante había gente pero no estaba lleno, ni el ambiente era agobiante. Aún así, nuestros platos llegaban a la mesa casi fríos.

Aquí están los Huevos revueltos buscaiola con longaniza y setas.

Salteado de verduras con pesto:

Ambos platos eran sabrosos y sorprendentes. Bien presentados y apetecibles.  Aunque las raciones resultaron poco generosas por lo que te quedabas con las ganas de comer un poquito más.

Tras una larga espera, llegaron los segundos.

Popietas de Balacao con calabaza asada:

Pizza Siciliana:

Como ya he dicho, todos los platos son riquísimos, con sabores sorprendentes y no esperados.  Pero las raciones son bastante pequeñas y, aunque estoy siendo muy pesada con esto e igual fue algo puntual, los platos no llegaban calientes.

Vamos a los postres que, sinceramente, fue lo peor de toda la comida.

Brownie romano, pese a la buena pinta, horrible.

Tarta de ricota y manzana, tampoco gustó.

Menos mal que con el café nos quitamos el mal sabor de boca que, desgraciadamente, nos habían dejado los postres.  Eso sí, en la zona de barra el café cuesta 1,20 €, en el comedor en cambio el mismo café te cuesta 1,50 €...

Y después de una agradable sobremesa, llegó la hora de pagar.  No os asustéis, eramos tres comensales con muchos cafés....

En resumen, es un restaurante agradable, con platos muy bien presentados y apetecibles de sabores sorprendentes que nos abre una ventana a la comida tradicional italiana.  Eso sí, hay que mejorar el servicio y la rapidez con que llegan los platos a las mesas. Esto es fundamental.  Y si ya de paso retocamos los postres, mejor que mejor.

Como siempre es aconsejable reservar antes.

Y PARA EL DÍA DEL PADRE ¿QUÉ TAL UNA PULSERA?

Siguiendo con la norma habitual de la casa y viendo que se acerca el día del padre, en Fantic hemos decido regalarle a Papá (sí, sí, con mayúsculas) algo hecho en casa, con nuestras manitas. Después del pertinente debate, las damas de esta casa hemos decido que lo mejor será una pulsera, pues el Papá de esta casa anda siempre dispuesto a lucir pulsera nueva, incluso las reclama de vez en cuando.

Teniendo en cuenta que este es el último fin de semana de invierno y que, por lo tanto, la primavera está a la vuelta de un lunes, nos hemos decido por un hilo de colores alegres y primaverales para que nuestro Papá lleve ya la primavera en su muñeca...

Materiales:

• Celo
• Tijeras
• Pegamento tipo loftite con pincel
• Un hilo del tipo y color deseado para hacer de base
• Un hilo del tipo y color deseado para la pulsera

Lo primero cortaremos del hilo base, en nuestro caso es de tipo antelina y en color vino, aproximadamente 50 cm y lo doblaremos por la mitad.  Así doblado, lo sujetaremos a nuestra superficie de la trabajo con un buen trozo de celo.

Cortaremos entre 1,5 y 2 m del hilo elegido para ser la parte visible de la pulsera, nuestro hilo de trabajo digamos.  En nuestro caso hemos elegido un colorido hilo con hebras brillantes... y lo colocaremos sobre la base roja que tenemos sujeta a la mesa con celo.

Lo pondremos por encima del hilo base/rojo y lo entrelazaremos con él sacando las dos puntas por dentro del hilo base/rojo y hacia arriba, para después tirar firmemente del hilo de trabajo hacia abajo, apretando.

Introducimos los dos extremos por debajo de cada uno de los lados del hilo base.

Y lo enroscamos sobre sí mismo, pasando el hilo de trabajo sobre el hilo base y por debajo de él mismo como indican las flechas en la foto.

Y se intercambiarán los cabos pasando el de la derecha a la izquierda y viceversa.

Así iremos avanzando poco a poco...

Vamos a repetir el movimiento para que quede más claro.

Tiramos de ambos cabos y al finalizarlo tendremos algo así.

Daros cuenta de que ya cada cabo se ha ido a su lugar el solito, ¡qué bien! Sólo queda pasar el cabo izquierdo por debajo del hilo base para poder empezar a realizar de nuevo el nudo. El cabo del lado derecha queda ya bien situado.

Seguiremos trabajando del mismo modo hasta alcanzar la medida deseada.

Para terminar la pulsera y rematar, sólo será necesario anudar ambos extremos del hilo de trabajo y aplicar sobre el nudo, con el pincel, un poco de pegamento.

Cortamos todo lo que ya no necesitamos y sobra del hilo de trabajo y listo, hemos terminado.

Me voy corriendo a envolver la pulsera y dejarme todo listo para el miércoles...