Este nuevo restaurante italiano que abrió sus puertas en los albores del verano pasado nos entró en un primer momento por el excelente café que sirven en su zona de barra.
Esta primera zona de barra, es acogedora y, desde luego, bien surtida. Si estáis a dieta no se os ocurra acercaros por La Bocca a la hora del aperitivo... (y no dejéis de visitar su facebook, que actualizan constantemente poniéndonos los dientes largos con imágenes más que sugerentes).
Una vez preparado el estómago con la visual de la barra que ya hemos tenido pasamos al comedor. Es un comedor con ambiente Mediterráneo, decoración acogedora pero un poco monocrómica y falta de luz. Casi lo describiría como atonal y aburrido y más después de pasar por la zona de cafetería mucho más llamativa, alegre, invitadora.
Nosotros visitamos el restaurante un día entre semana y nos decidimos por el menú del día, porque el precio nos pareció aceptable (12,95 € IVA incluido) y los platos propuestos nos apetecían.
Al sentarnos a la mesa, nos recibieron con un aperitivo de aceitunas, mientras nos ofrecían el menú y nos advertían sobre el tamaño de las raciones de la carta que parece ser que son más bien pequeñas. También llegó el pan.
Lo primero que he de decir es que el servicio que en la zona de cafetería me había agradado, me resultó lento y muy poco informado sobre los platos ofertados en el menú, ya que nuestras preguntas eran contestadas con viajes a la cocina para informarse... Además, tardaron tanto entre plato y plato, que la comida nos llegó templada más bien fría. Una lástima.
Bien pues ya decididos, empezamos la comida con un pequeño aperitivo, un vasito gazpacho para ir abriendo boca, mientras esperábamos los platos principales.
Poco a poco, pero muy poco a poco, fueron llegando nuestros primeros platos, como ya he dicho en el restaurante había gente pero no estaba lleno, ni el ambiente era agobiante. Aún así, nuestros platos llegaban a la mesa casi fríos.
Aquí están los Huevos revueltos buscaiola con longaniza y setas.
Salteado de verduras con pesto:
Ambos platos eran sabrosos y sorprendentes. Bien presentados y apetecibles. Aunque las raciones resultaron poco generosas por lo que te quedabas con las ganas de comer un poquito más.
Tras una larga espera, llegaron los segundos.
Popietas de Balacao con calabaza asada:
Pizza Siciliana:
Como ya he dicho, todos los platos son riquísimos, con sabores sorprendentes y no esperados. Pero las raciones son bastante pequeñas y, aunque estoy siendo muy pesada con esto e igual fue algo puntual, los platos no llegaban calientes.
Vamos a los postres que, sinceramente, fue lo peor de toda la comida.
Brownie romano, pese a la buena pinta, horrible.
Tarta de ricota y manzana, tampoco gustó.
Menos mal que con el café nos quitamos el mal sabor de boca que, desgraciadamente, nos habían dejado los postres. Eso sí, en la zona de barra el café cuesta 1,20 €, en el comedor en cambio el mismo café te cuesta 1,50 €...
Y después de una agradable sobremesa, llegó la hora de pagar. No os asustéis, eramos tres comensales con muchos cafés....
En resumen, es un restaurante agradable, con platos muy bien presentados y apetecibles de sabores sorprendentes que nos abre una ventana a la comida tradicional italiana. Eso sí, hay que mejorar el servicio y la rapidez con que llegan los platos a las mesas. Esto es fundamental. Y si ya de paso retocamos los postres, mejor que mejor.
Como siempre es aconsejable reservar antes.
Este tengo que probarlo de la barra no e pasado cachis
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