EN LA COCINA HOY... MENESTRA DE CALABACÍN (AL MICROONDAS)

Estoy acostumbrada a que la gente ponga caras raras cuando digo que nosotros cocinamos mucho con el microondas ya que en la mayoría de las casas el microondas es un adorno divino de la cocina o con suerte un calentador de leche muy caro.  A quien no calienta en el microondas ni el agua para los biberones de los niños...

Yo hace mucho tiempo que descubrí a Cristina Galiano, tengo más de uno de sus libros sobre cocina con el microondas y me parece una señora muy inteligente con muchos conocimientos que respalda sus argumentos con datos.  Os recomiendo encarecidamente que paséis por su página y perdáis un rato leyendo sus consejos, todos ellos muy, muy útiles.

Como os decía, en casa cocinamos mucho con el microondas, principalmente verduras (casi todas), algún bizcocho y pescadito rico.

Hoy os traigo un primer plato de verduritas que en casa gusta mucho tanto a las peques como a los mayores. Se prepara en poco tiempo y sin apenas manchar y lo puedes cocinar el día de antes sin que por eso pierda sabor, por lo que también es ideal si comes de tupper... ¿Quién da más? 

Manos a la obra.

Ingredientes:

• Un par de calabacines tirando a grandes.
• Una cebolla grande.
• Zanahorias, unos 300 gr.
• Chopped en nuestro caso de pavo.
• Sal y especies sin el gusto de cada uno.
• Aceite, una cucharada sopera.

Comenzaremos por pelar la cebolla,

y partirla por la mitad para cortarla en tiras finas con la mandolina.

O con un cuchillo según tengáis costumbre. Lo importante es que la cebolla quede cortada en tiras más o menos homogéneas. Algo así:

Por cierto que si alguien sabe un truco que de verdad funcione para cortar la cebolla sin llorar que me lo diga, porque yo los he probado todos y el único que de verdad me funciona es éste...

Añadimos la cucharadita de aceite, salamos al gusto y removemos bien. Esto es importante para repartir de forma homogénea el aceite y la sal entre toda la cebolla que hemos preparado.

La cebolla está lisa para meter en el microondas, para empezar bastarán unos 5 minutos.

Mientras la cebolla se cocina, vamos pelando las zanahorias.

Y con la utilísima mandolina las cortamos en rodajas ni gruesas ni finas. Si lo hacéis con un cuchillo poner mucha atención para conseguir rodajas de grosor similar. Esto asegura una cocción homogénea, de otra forma unas rodajas se quedarán blandas y otras estarán crudas.

El resultado debe ser similar a esto:

Mientras tanto, es muy posible que hayan pasado ya los primeros 5 minutos que habíamos programado en el microondas.  Sacad la cebolla, comprobad el nivel de cocción (seguramente, y eso dependerá de la cantidad de cebolla que estéis cocinando, estará poco hecha), removed y volved a introducir en el microondas otros 2 minutos.

Cuando la cebolla este lista tendrá un aspecto similar a este:

Esta cebolla así ya, ella solita, está buenísima y es una guarnición sana, baja en calorías y rápida de hacer.

Ha llegado el momento de meter las zanahorias al microondas. Si os habéis dado cuenta, para cocer las zanahorias no vamos a añadir agua, ni aceite, ni sal ni nada, sólo zanahoria.  Las meteremos al micro 3, 4 ó 5 minutos, según la cantidad que hayáis preparado. Salvo que la zanahoria os guste muy blandita es mejor programar 3 minutos e ir añadiendo más tiempo si es necesario.

Mientras se cocinan las zanahorias, lavamos los calabacines y desechamos las dos puntas.

Si lo preferís podéis pelarlos, pero yo no lo recomiendo ya que gran parte de sus nutrientes se encuentran en la piel, además su piel es suave y agradable y para acabar de convenceros, si no lo pelamos trabajamos menos...

Volvemos a usar la mandolina para cortar tiras uniformes. Insisto en la importancia de hacer tiras de más o menos el mismo grosor, por eso, si lo hacéis con un cuchillo debéis ser muy cuidadosos.

Sin añadir nada más, ni aceite, ni agua, ni sal (bueno, esto va en gustos pero a nosotros así ya nos sabe bien) lo metemos en el microondas 5 minutos.

Mientras se cocina el calabacín, troceamos un trozo de chopped haciéndolo en daditos.

Con el tiempo que nos sobra aprovechamos para ir limpiando la encimera de la cocina y los tres cacharros que hemos utilizado (la mandolina, el pelador, y la tabla de cortar).  Cuando acabemos, podemos ir a sentarnos hasta que el microondas nos avise de que ha terminado.

Seguramente tras estos primeros 5 minutos, el calabacín estará poco hecho, hay que removerlo bien y volver a meter en el microondas 3 ó 5 minutos más. Al final tendremos algo como esto:

Ya casi hemos terminado, sólo nos queda juntar la cebolla con la zanahoria, el chopped y el calabacín.

Es el momento de añadir especies al gusto y remover bien todos los ingredientes.

Con la cantidad de ingredientes propuestos salen aproximadamente 6 raciones generosas.

¡A emplatar y disfrutar!

Epílogo: Con este método de cocción, las verduras son más sabrosas y conservan mejor sus vitaminas (que no se pierden en le agua de su cocción), además son más sanas ya que como habéis comprobado apenas hemos utilizado aceite y mucho menos sal.  Al mantenerse mejor el sabor de las verduras que como digo no se diluye en el agua de cocción no es necesario usar tanta sal e incluso apenas hacen falta especies para dar sabor al guiso.

Pero, en fin, lo  que quería decir en realidad es que si sois super clásicos, siempre podéis acabar el plato sofriendo todas las verduras de la manera tradicional en la sartén justo antes de comer. Si hacéis esto, os garantizo que nadie sabrá que habéis cocinado vuestro plato en el microondas.