ÉRASE UNA VEZ UN BOLI VIEJO QUE QUISO SER COLLAR...

Bueno como ya sabéis en Fantic estamos decididos a reciclar y aprovechar al máximo todas esas pequeñas cosas que normalmente tiraríamos.

Esta vez nos propusimos hacer algo con un viejo boli que ya no pintaba y las asas de una bolsa de papel, de esas que nos dan a veces en las tiendas cuando compramos un vestido. Y ¿qué podíamos hacer? Pues un bonito collar para lucir este verano.

Materiales:

• Asas preferiblemente de cuerda o hilo de una bolsa vieja o rota.
• La carcasa de un boli que ya no escriba. 
• Cierres de collar.
• Hilo del color deseado.
• Pegamento.
• Una aguja de lana (opcional)

Ante todo, tened presente que no encontrar un boli del color que os gusta no será excusa para no realizar este magnífico collar.  Yo no encontraba uno plateado que ya no sirviese y, os recuerdo que se trata de reciclar, por lo que no vale usar un bolígrafo que todavía funcione. Como digo no encontraba ninguno plateado pero si tenía varios del tipo bic con cuerpo transparente que no funcionaban.  Utilizando un bote de pintura metalizada en spray, una caja vieja de galletas y la colaboración de mi media vida, convertimos nuestro boli transparente en una pieza cromada y ideal para lo que tenía en mente.  Cada uno es libre de pintarlo del color que prefiera, faltaría más...

Comenzaremos por colocar los cierres del collar pegándolos a las asas de lo que una vez fue una bolsa.  La suerte es como antes formaban parte de una bolsa no es necesario rematar las puntas para que no se deshilen porque ya fueron selladas en su momento, así que están listas para ser reutilizadas.

Una vez el pegamento se haya secado y todo haya quedado firmemente unido, estamos listos para continuar.

Situaremos el collar en un sitio plano y presentaremos el cuerpo del boli para hacernos una idea de a que altura lo vamos a colocar.

Una vez decidido, enhebramos la aguja de lana y la utilizamos para fijar el cuerpo del boli a las antiguas asas.

Después la introducimo a través del cuerpo del boli,

y aseguramos el otro lado volviendo a pasar la aguja a través del cordón de las asas.

De esta forma, sabemos que esta pieza nunca, nunca se moverá de su sitio.  Si no tenéis aguja de lana podéis pasar el hilo por el cuerpo hueco del boli y atarlo a los dos lados del cordón. También quedará bien y no creo que se mueva si pretáis bien los nudos.

Con este extremo del hilo haremos un nudo bien apretado y lo enrollaremos al rededor del cordón, pegando  la punta con un poquito de pegamento.

Ha llegado el momento de enrollar el hilo al rededor del cordón de las asas...

enrollar...

y enrollar.

Cuando llegamos al final hacemos un nudo o dos para fijar el hilo. Con un nudo simple bastará.

Dejamos un poquito más de hilo al cortar y lo escondemos en el tubo. Lo podemos asegurar con un poco de pegamento.

Y listo. Un bonito collar terminado. Un complemento económico y respetuoso con el medio ambiente.